¡ADIOS DOS MIL
PESETAS!
Era por el mes de Diciembre del año 1999, cuando dos mil
pesetas se fueron para una casa honrada y
pobre y nunca más volvieron.
Qué pena me dieron esas dos mil pesetas que en vez de
emplearse en algo productivo sirvieron
para comprar droga a un hombre joven que vive en un mundo de mentiras donde se
siente orgulloso.
Aunque hoy en día vive lejos de mi le deseo suerte en la
vida, aunque me engaño hace años lo perdono porque realmente se ha engañado a
si mismo porque él es quien ha mentido.
Recibe un afectuoso saludo.
El Triunfador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario