Me llamo Marcelino Fernández López; tengo 60 años y mi DNI
es 10.074.124-D.
Desde los 14 meses, que sufrí la enfermedad de la polio,
estoy en una silla de ruedas y, aparte de esto, también tengo problemas de
pronunciación.
Lo que quiero decir son tres cosas clave:
1. Yo
nací normal como cualquier niño, pero a
los 14 meses, a causa de esa enfermedad. me quede minusválido físico, pero yo
nunca he sido un minusválido psíquico, ya que son dos cosas diferentes, por lo
menos para mí, aunque sé que hay gente que no entiende la diferencia entre una
cosa y otra.
2. Soy
una persona que tiene una minusvalía física del 98% y, desde que murió mi padre
hace ya un año y cinco meses, las personas que llevan los casos de la Ley de la
dependencia me quieren incapacitar, y luego, yo ya no podré hacer nada con mi
vida y yo no estoy de acuerdo con esto.
Porque que yo razono y pienso, pero si no
fuera así, yo estaría de acuerdo con la incapacitación.
3. La
incapacitación nos afectaría a mi hermana y a mí, pues estamos los dos en la misma
situación a causa de esa enfermedad. El estar en silla de ruedas no lleva
consigo la incapacitación psíquica, ya que en este campo puedes hacer una vida totalmente normal, y si
acaso, con más meditación, pues uno está alejado del ajetreo normal del la
gente que diariamente vive con prisas una situación personal y profesional de
estrés. Yo tengo todo el día libre y con muchísimo tiempo para meditar.
Pero así son los políticos y las leyes de
España que nos dicen que son iguales para todos por lo que deberían estudiar
cada caso y valorando las medidas apropiadas para cada caso en particular.
Recibid un afectuoso saludo de una persona con plenitud de
vida que, espiritualmente se siente libre, aunque físicamente esté en una silla
de ruedas.