martes, 9 de junio de 2015

Me llamo Marcelino Fernández López; tengo 60 años y mi DNI es 10.074.124-D.
Desde los 14 meses, que sufrí la enfermedad de la polio, estoy en una silla de ruedas y, aparte de esto, también tengo problemas de pronunciación.
Lo que quiero decir son tres cosas clave:
1.     Yo nací normal  como cualquier niño, pero a los 14 meses, a causa de esa enfermedad. me quede minusválido físico, pero yo nunca he sido un minusválido psíquico, ya que son dos cosas diferentes, por lo menos para mí, aunque sé que hay gente que no entiende la diferencia entre una cosa y otra.
2.     Soy una persona que tiene una minusvalía física del 98% y, desde que murió mi padre hace ya un año y cinco meses, las personas que llevan los casos de la Ley de la dependencia me quieren incapacitar, y luego, yo ya no podré hacer nada con mi vida y yo no estoy de acuerdo con esto.
Porque que yo razono y pienso, pero si no fuera así, yo estaría de acuerdo con la incapacitación.
3.     La incapacitación nos afectaría a mi hermana y a mí, pues estamos los dos en la misma situación a causa de esa enfermedad. El estar en silla de ruedas no lleva consigo la incapacitación psíquica, ya que en este campo  puedes hacer una vida totalmente normal, y si acaso, con más meditación, pues uno está alejado del ajetreo normal del la gente que diariamente vive con prisas una situación personal y profesional de estrés. Yo tengo todo el día libre y con muchísimo tiempo para meditar.
Pero así son los políticos y las leyes de España que nos dicen que son iguales para todos por lo que deberían estudiar cada caso y valorando las medidas apropiadas para cada caso en particular.
Recibid un afectuoso saludo de una persona con plenitud de vida que, espiritualmente se siente libre, aunque físicamente esté en una silla de ruedas.


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